jueves, 1 de enero de 2009

RT#05 Botijos en El Escorial [112Km - 2h 16m]


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Pues eso, que mejor manera de pasar la resaca de la nochevieja que dándonos un rulo con las motos.
Ibamos a levantarnos a las 10 pero, al final, entre que te despegas las sábanas, que consigues ver un poco, que si un zumito, que si colocamos los walkies, salimos a las 11:30.

La ruta era sencilla: tomar cafe en El Escorial. La de siempre, vamos.
Carretera de los pantanos y listo.
Cuando salimos de casa, el tiempo acompañaba; incluso había sol y buena temperatura. Pero a medida que nos acercabamos a la sierra los grados se iban perdiendo por el camino.
En el camino hicimos una pequeña parada en Villanueva de la Cañada para echar un vistazo a la campa de cometas. La verdad, no está mal.
Tambien subimos por la carretera de camiones, camino de Valdemorillo.
Para cambiar un poco la ruta, al llegar al Alcor, decidimos coger la M-533. Nunca lo habiamos probado y hoy era el momento de hacerlo. El cartel ponía Puerto de la Cruz Verde. Apetecía.

La carretera cambió radicalmente: extrecha, ratonera, empapada, resbaladiza. Pero muy chula. Poco a poco se iba empinando, y el frio empezó a sentirse.
Cuando pasamos Zarzalejo tomamos un puerto que resulto ser el de la Cruz Verde. Al principio no nos dimos cuenta de nada. Sencillamente, ni vimos los carteles. Había algo de niebla y estabamos mas pendientes de la carretera que de ver nada mas.
Tomamos de liebre un coche que iba despacio y tiramos para arriba.
El caso es que a medida que ibamos subiendo, la niebla se iba haciendo mas intensa. Llegó un momento en el que apenas veiamos al coche de delante.
Teniamos un problema (bueno, varios). Si tratabamos de dar la vuelta, lo mismo nos enchufa alguien que bajara; y si seguiamos, podríamos vernos en apuros si la cosa empeoraba.

Al final decidimos seguir, pasara lo que pasara.
Con mas miedo que verguenza, terminamos por llegar a una rotonda. A la derecha indicaba El escorial, y no nos lo pensamos. Cuanto antes llegaramos, antes pasabamos de la niebla.
Mientras bajamos, al pasar la tercera curva, nos dimos cuenta que estabamos bajando la Cruz Verde.
¡¡Nos habiamos pasado el bar del puerto sin verlo!!. manda huevos

Aunque no tiene mucho misterio el puerto, las curvas cerradas había que tomarlas con mucho tacto. Entre que la niebla empañaba las viseras, que la calzada patinaba de la hostia, y que no se veía un pijo, la bajada estuvo chula.
Subiendo vimos a un tipo con una BMW nuevecita que iba espatarrao' para no caerse.

En El Escorial aparcamos en una callejuela. Todo el centro estaba cortado con un belén gigante.
Lo primero que hicimos fue comprar una empanadillas calientes de pollo picante en una panadería. Según ella, allí todo estaba bueno menos la panadera. ¡Que jodía!.
Después, como no, unos botijos en una cafetería. Como el personal tenía cara de mala leche por estar currando, nos piramos en busca de otro sitio.
En seguida nos metimos en una bodeguilla y nos tomamos otr par de botijos. Previamente, se le dejó un regalito en el WC.

Se nos hizo tarde y nos piramos para Madrid.
La bajada del puerto de Galapagar, como siempre interesante.

Mario se fue para Lourdes y yo para Batán.
Nos esperaba una buena siesta.