viernes, 1 de octubre de 2010

...y se paró. Primera incidencia en 2 años.

Cuando las cosas se tuercen...
El caso es que eran las 3 y había que comer. Como todos los días, cojo la moto y me voy para casa de la sra. Rosa. 
Sin saber porqué, al llegar al cruce de Ntra. Sra. de Valvanera, la Venox decidió pararse. En realidad se quedó tostada. No se encendía ni una puñetera bombilla de la moto.
Para darle un poco mas  de emoción, me fui a quedar tirado justo delante de un parque petao' de yonkis, putas y otras virtudes humanas. Toda una experiencia.
Como si supiera algo de mecánica, empecé a trastear en todo lo que se me ocurrió.... Ná de ná. Ni se inmutaba la jodía. 
No estaba el patio para perder tiempo, ni mi estómago me daba mas tregua, así que tuve que llamar al seguro para pedir una grúa. 
Después de unas pocas preguntas, muy amablemente dijeron que en 45 minutos me mandaban la asistencia. Pues nada, a esperar con los yonkis.

Como el sitio no era muy cómodo para que aparcara la grúa, coloqué la moto donde pudiera subirla mas facilmente: frente al bar de abastecimiento de los yonkis. Todo un espectáculo.


Mientras llegaba la grúa empecé a maldecir por dentro mi puta suerte. No dejé de pensar que se me jodía la salida de Riaza. No había otro momento para petar la moto.
Cuando llegó la grúa, empecé a pasarlo... peor. le informé de que me había pasado y el careto del tío me lo dejaba claro: si se te para en marcha, malo malo.
Aunque no tenía pinta de ser la batería, había que intentarlo. Cogió la resucitadora y buscamos donde pinchar las pinzas. Mal.
Para empezar, ¡¡No tenía una puta llave allen!!. En cambio, tenía llaves torx. Curioso. Segundo problema: ¿como coño colocas unas pinzas en un espacio tan reducido?. Pues utilizando dos destornilladores.
El caso es que al pinchar los "electrodos" en el relé de arranque pegó un chispazo del copón. Mal. Aquello apuntaba a que la moto estaba en corto.
Para no joderla mas, decidimos subirla a la bandeja.
El tercer problema fue decidir donde coño íbamos con la grúa: en Bascones el taller presumía que iba a estar petao; en batán no tenía ni puta idea de como meterle mano. A los chinos ganó Bascones.
Pues nada, dirección a Plaza de Castilla.
El cuarto problema fue que la Venox no tiene caballete. Atarla a la bandeja de la grúa es una tarea peculiar. Afortunadamente, al no tener carenado, las cinchas se pudieron colocar con éxito. Por si las moscas, el viaje lo hicimos a la extratosférica velocidad de 50Km/h.
Quinto problema: al doblar la esquina del taller la foto era patética. Jamás había visto tantas motos en la puerta. Previendo lo peor, dejamos la grúa con el motor encendido en mitad de la calle.
Me metí dentro buscando a Alejandro. Me sorprendió que se ¡había afeitado la barba!. Parecía otro. 
Sin dejarle decir nada, directamente le dije: "...te vas a cagar en mi padre...".
Sin apenas pensárselo me respondió: "mejor te mando a tomar pol culo".
Se confirmaron las sospechas. No había manera de que se pudiera quedar la moto. Le estuvo dando un par de vueltas al asunto, pero no hubo manera.
La solución final no daba buena espina: hoy dormía en batán.

Pues nada, de vuelta pal barrio y ya veríamos que haríamos con la moto.

Cabreado, desmoralizado, asustado, preocupado,... Según me iba acercando a casa no dejaba de pensar en lo cerca que estaba el día 16. No veía una solución y me arriesgaba a quedarme sin moto para la salida. 
Tenía cita en el taller para el día 14. Aunque muy justito, para una simple revisión no debía de tener problemas. Iban a ser 2 jornadas de trabajo para algo que, hasta ahora, habían tardado sólo medio día. Pero, tener que meterse a buscar un corto..., o lo encontraban a la primera o se tiraban 2 días. Mal.

Durante los siguientes días me estuve bajando después de comer a trastear en la moto con la peregrina intención de encontrar el fallo. Obviamente, me volvía a subir... con las manos llenas de mierda, pero sin arreglar nada. Los fusibles estaban todos como el primer día, no veía ningún conector suelto,... y la moto que no arrancaba.

Nada de nada. Mal rollito. 
A todo esto, 5 días la moto en la calle parada y aun no le había verificado la batería. Con la tontería, había dado por hecho que estaba bien. Pero..., ¿y si no lo estaba?.
Ea pues, vamos a verla. 
Otra membrillada del Meco. 3 polímetros y los 3 en Arroyo.
Cuando por fin me hago con uno de ellos, antes de volver a desarmar media moto, la pincho en la entrada del relé y en el bloque motor: 0v. 
Pues nada a descubrir la batería. Al testarla, 13,5v. ¡Cojones! Hubiera preferido que estuviese seca, pero no.
Cuando pinché el (-) de la batería con el bloque motor, de nuevo 0v. Estaba claro: el problema estaba en la masa. la moto no tenía masa.
Fue solo tirar un poquito del cable negro y me quedé con el en la mano.
Tiene cojones la cosa: 6 mm de cable rígido cortado de raíz.
Por lo menos, ya sabía como arreglarla.

Mientras llega el día de la revisión, le he puesto un nuevo cable. No es el original, sino otro mas molón.
Con un recorte de cable de fuerza utilizado por los tuneros en los equipos de audio (gentilmente regalado por un taller del barrio), un par de bornes (0,35€) y la inestimable colaboración de H, el resultado quedo así: